
Recostado en la silla de un cuarto de hospital al lado de la cama que da descanso al cuerpo recién operado de mi madre, medito…reflexiono…doy rienda suelta alpensamiento. Estando en este lugar tomo conciencia de lo efímera que es la vida. La damos por algo que es y estará allí al despertar luego de una noche de descanso. Ciertamente no muchas veces tomamos el momento de reflexionar en lo que vivimos, sólo lo hacemos (el vivir) como algo tan natural que en la mayoría de las realidades de cada cual se aperdido ese toque casi mágico, sobrenatural que nos impulsa a, de una forma u otra, estar agradecidos.
Nuestros días han de transitar tan veloz que no percibimos su paso, despertamos un día en el que reconocemos que muchos años han pasado y de nuestros labios brota una