Sunday, February 10, 2013

Más allá de la nube gris

Que lindo es todo cuando las cosas van bien, cuando todo sale según lo planeado. Estos días así son como una mañana en la que abrimos nuestros ojos y vemos un nuevo día radiante, lleno de luz. Un sol que se impone abrazando nuestra piel y una cálida brisa tropical acaricia nuestro rostro al abrir la puerta de nuestro hogar y salir, enfrentando un nuevo día lleno de aventuras. Esos días son como el dulce cantar de un ave tras una noche
fría que aletea de alegría por doquier ya que se sabe libre, sin ataduras ni preocupaciones; días que comienzan cual capullo de donde brota una sin igual flor de colores majestuosos que, junto a otras muchas, embellecen el panorama. Esos días; que buenos son.


En esos momentos es difícil detenerse a pensar en un momento de dificultad sino que disfrutamos el momento al máximo, pero, ¿que ocurre cuando tal panorama, que raya en la perfección, es empañado por un mal tiempo? Cuando llega esa nube gris que se esfuerza por esconder tal belleza hasta no poder percibir el cielo azul, hasta no poder ver algún rayo de luz de aquel imponente sol que ahora es un recuerdo; se a escondido de nuestros ojos.

Cómo enfrentamos esa nube que ha empañado nuestros sueños, que nos trae un aparente retraso de agendas, que sentimos voltea nuestro entorno y vida entera al revés. Una nube gris que trae consigo lamentos, tristezas extremas, angustias y muchos cuestionamientos que, en ocasiones, nos hacen reclamar a Dios una respuesta a un sincero “Por qué”.

Es en esos momentos en los que hay que tener presentes en nuestra memoria una verdad crucial que hará la diferencia. Al sentirnos agobiados y oprimidos por una nube gris que ha deslucido una linda vista y nuestra estabilidad emocional, debemos estar convencidos que tras la nube gris todavía hay un sol resplandeciente que, aunque no le vemos en ese momento está ahí y sigue emitiendo su calor; sigue manteniendo con vida la creación.

Al enfrentar tu situación confía en que tras ella, en que más allá de la nube gris, está Dios, y que su calor llega a ti y te cobija con un amor perfecto. Dios está presente en medio de tus tribulaciones, el es quien fortalece tu cuerpo, tu mente y tu espíritu. Él te sostiene, lo primero que debes hacer es creer (confiar) en que él está ahí.

El salmista dijo (capítulo 121) “ALZARÉ mis ojos á los montes, De donde vendrá mi socorro. Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero; ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda á Israel. Jehová es tu guardador, Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigará de día, ni la luna de noche. Jehová te guardará de todo mal; Él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre.” ¡Amen!

Por tanto, alza tus ojos y mira hacia Jesús por que él está cerca de ti, su mano se extiende hacia ti para darte fortaleza, paz y dirección en medio de situaciones adversas. Decide hoy mirar al Maestro, mira más allá de la nube gris porque ésta no estará ahí por siempre, ella se disipará y quedarás de pie y más fuerte que antes y seguirán aconteciendo días hermosos para deleitarnos en ellos en la presencia de nuestro Creador.