Echarse para atrás, retroceder, abandonarlo todo no son opciones para quienes han determinado en su corazón cumplir el sueño y propósito de Dios.
Lo más seguro en estos días haz experimentado la adversidad, el desánimo, dificultades, etc. Posiblemente a causa de esto han cruzado por tu mente pensamientos de rendimiento y en tu corazón