Lleva a cabo tus planes, pero bien fundamentados

¿Tienes planes en tu mente que deseas emprender pronto? ¿Quisieras saber, con seguridad, si este plan funcionará realmente? ¿Cómo saberlo, verdad?

Si tienes alguna meta que quieras alcanzar, busca que esté fundamentada en la perfecta voluntad de Dios. Esto es lo primero que debes tener en cuenta, este debe ser el punto de partida, de lo contrario, no
tendrá éxito; y de tenerlo, simplemente estarás fuera de Su voluntad. Entonces, ¿cual sería el fin?

Los indicativos de que un proyecto está mal fundamentado es si, éstos, son impulsados por malas intenciones, a través de engaños, con arrogancia... A pesar de que se cuente con todos los recursos y veamos todas las puertas abiertas, si Dios no está en el asunto, a la larga, no funcionará. Dios no respalda al mentiroso ni al altivo, sino que lo mira de lejos (Salmos 138:6). Todo aquello que no está fundamentado en Cristo caerá tarde o temprano.

No obstante...

Dios respalda a los que le dan cabida en sus planes. Sólo Él sabe si conviene o no llevar a cabo tu plan. Nosotros vemos hasta donde nos permiten nuestros ojos; Dios ve el panorama completo. Él ve más allá de lo evidente. Por esto, si el Señor dice SÍ, ¡adelante!, pero si dice NO, no intentes forzar las cosas pues saldrás mal herido y gente a tu alrededor se verá afectada.

Dios respalda a los que hablan siempre con la verdad, que no llevan dobles agendas ni intentan engañar para conseguir lo deseado. Antes de dar un paso, debes reflexionar en tus intenciones y plan de acción para conseguirlo. Asegúrate que haya transparencia en ti al respecto y que todo lo que hagas sea congruente con los lineamientos éticos y morales que Dios a establecido en su palabra.

Dios desea utilizarte para Su gloria, pero debes dejar que sea Él quien te dirija hacia aquello que tiene para ti. En el día de hoy, pon todos tus planes, metas, deseos... en las manos de Dios para que él te guíe, pues si Dios no está en el asunto, no llegará muy lejos. La palabra dice: "Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guarda la ciudad, en vano vela la guardia" (Salmos 127:1).

¡Bendiciones!

Por Fidel M.H.